La importancia de encontrar vida en Marte

 

Ayer, el Curiosity aterrizó con éxito en el cráter Gale, de Marte. Si alguna vez hubo vida en ese planeta, ese lugar debiera decirlo.

Cada vez que el hombre ha logrado llegar a Marte -a través de rovers o sondas- se marca un nuevo hito tecnológico y científico para la humanidad.

No sólo porque cada nueva misión permite conocer un poco más sobre el misterioso pasado de nuestro vecino planeta, sino porque ayuda a cimentar tecnologías y conocimiento para una futura exploración humana.

¿Por qué Marte? Porque aunque no es el planeta más cercano a la Tierra es el único que tiene una similitud crucial con ella: en su pasado tuvo agua superficial en estado líquido, un ingrediente vital para la vida.

Dentro de la amplia gama de objetos y cuerpos que conocemos hasta ahora en el Universo, la Tierra es el único planeta del que tenemos certeza de que hay vida, una vida que no es tan sólo diversa, sino abundante. Pero al no saber cuánta flexibilidad en sus condiciones iniciales acepta el surgimiento de vida, no podemos concluir nada sobre la posibilidad de vida fuera de nuestro mundo. Nuestro rojo vecino, al haber tenido condiciones muy similares a las nuestras, presenta una posibilidad de respuesta a esta importante interrogante.

Curiosity podría marcar un antes y un después en ese sentido. Ya su descenso en Marte es una hazaña tecnológica gigantesca. Pero lo que logren sus instrumentos científicos en el cráter Gale, su zona de aterrizaje y estudio, va a dejar chico todo lo hecho hasta ahora en la búsqueda de vida marciana.

Este cráter tiene muchas características geológicas especiales que van desde valles, lechos de antiguos ríos, aludes y capas geológicas expuestas que van a poder entregar una radiografía del pasado de Marte y - por ende- saber cómo evolucionó y llegó a ser lo que es hoy en día.

Si en Marte hubo alguna vez vida en abundancia, este lugar debiera decirlo. Si Curiosity puede encontrar microbios marcianos o confirmar la existencia de vida en el pasado de este planeta, estaríamos en presencia de un hito sin precedentes al, finalmente, poder responder algunas de las grandes preguntas de la humanidad: ¿Estamos solos? ¿En cuántos otros mundos podremos encontrar vida? Además, esta nueva motivación y la tecnología desarrollada no sólo permitirían una exploración humana al planeta rojo, sino que abriría la posibilidad de albergar allí una colonia humana en el futuro. En todo caso, el Curiosity sólo estudiará una zona de este vasto planeta. Por lo que seguramente para las próximas misiones y eventual exploración humana, Marte aún tenga muchos secretos para nosotros.

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20120807 - Fuente: La Tercera / Columna de Opinión publicada el 7 de agosto de 2012    


     
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