Astrónomos detectan por primera vez moléculas de agua en un exploneta del tamaño de Neptuno

 

El hallazgo, abre las puertas para poder estudiar las atmósferas de planetas tipo Tierra fuera de nuestro Sistema Solar.

Si bien desde medi ados de los 90 se han descubierto cientos de planetas que orbitan a otras estrellas, es muy poco lo que se sabe de ellos. Además de la limitante de la tecnología, las atmósferas oscuras que poseen hacen difícil desentrañar sus detalles. Pero ahora un grupo internacional de astrónomos logró detectar moléculas de agua, por primera vez, en un planeta tan pequeño como Neptuno.

Utilizando los datos de los telescopios espaciales de la NASA —Hubble, Spitzer y Kepler— el grupo de investigadores detectó un pequeño planeta que además de tener una atmósfera clara, posee moléculas de agua en ella. El hallazgo aparece publicado en la última edición de la revista Nature.

“Cuando los astrónomos vamos a ob servar a los telescopios, se dice ‘cielos despejados’ para desear buena suerte”, cuenta el líder del estudio Jonathan Fraine, de la Universidad de Maryland y quien además está realizando un doble posdoctorado con el Instituto de Astrofísica de la UC (IA). “En este caso, encontramos cielos despejados en un planeta distante. Tuvimos suerte porque eso significa que las nubes no nos impidieron detectar las moléculas de agua”.

Es muy común que exoplanetas más grandes, o del tamaño de Júpiter, tengan nubes, lo que hace imposible detectar cualquier tipo de moléculas en su atmósfera. “Como si fuera esmog, ello no nos permite ver nada”, explica Andrés Jordán, académico del IA, investigador del Centro de Astrofísica CATA, y parte del equipo. En este caso, el planeta exo-Neptuno HAT-P-11b —ubicado a 120 años luz de distancia en la constelación de Cygnus— tiene una atmósfera clara, lo que permitió que los tres telescopios espaciales encontraran las tan preciadas moléculas.

“Esto es muy importante porque abre el camino a la posibilidad de encontrar moléculas de agua en planetas tipo Tierra”, explica el académico, “y dado que en nuestro planeta agua es sinónimo de vida, esto podría ser un paso hacia la eventual búsqueda de esta en otros sistemas solares”.

En el caso del HAT-P-11b no esperaríamos encontrar vida ya que orbita demasiado cerca de su estrella —su año solo dura cinco días— por lo que es muy caliente. Aun así, el descubrimiento es importante ya que da más pistas de la composición de este tipo de mundos y de su historia.

“Creemos que los exo-Neptunos pueden tener varias composiciones, lo que sería consecuencia de sus respectivas historias de formación”, dice Heather Knutson del Instituto de Tecnología de California y parte del estudio. “Ahora, con estos datos, podemos comenzar a establecer de a poco el origen de estos mundos distantes”.

Más información de los telescopios Hubble, Kepler y Spitzer en www.nasa.gov

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201401023    


     
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